Sesión 1 — Disolución del Ego
Cuando el yo se desintegra, la conciencia comienza
1. Check-in de llegada (10 min)
Propósito: abrir el espacio con presencia y honestidad emocional.
Dinámica sugerida:
Cada participante comparte brevemente (1 min máx):
- Una palabra que describa cómo llega hoy.
- Dónde siente esa emoción en el cuerpo.
- Qué espera o necesita de la sesión.
El check-in no es diálogo ni análisis; es un acto de presencia compartida.
2. Introducción
Hay momentos en la vida en los que todo lo que creíamos ser se derrumba:
un divorcio, una enfermedad, una pérdida, una adicción, una crisis existencial.
Lo que la espiritualidad antigua llamaba noche oscura del alma,
la neurociencia moderna describe como una desorganización del Default Mode Network (DMN) — la red cerebral encargada de mantener la sensación de “yo”.
Cuando esa red se colapsa, la identidad se fragmenta.
Ya no sabemos quiénes somos, ni por qué seguimos.
Y aunque duela, ese colapso puede ser el inicio de una reconfiguración profunda.
3. Fundamento neuropsicológico
Durante una crisis, el córtex prefrontal (razón) se desconecta del sistema límbico (emoción).
El yo narrativo intenta mantener la continuidad de la historia personal.
Cuando aprendemos a observar los pensamientos sin creerlos,
el prefrontal recupera su conexión con el límbico y el cerebro vuelve a integrar emoción y reflexión.
No hay iluminación: hay desidentificación.
No se trata de destruir el ego, sino de dejar de defenderlo.
4. En términos humanos
Es el primer respiro después del derrumbe:
la calma que llega no por entender, sino por soltar la necesidad de ser alguien.
5. Ejercicio sapiencial (15 min)
“El pensamiento que se mira a sí mismo”
- Cierra los ojos y observa el pensamiento más presente.
- Nota la distancia que se abre entre el pensamiento y quien lo observa.
- Quédate ahí tres respiraciones.
Respira y di internamente:
“Esto también es un pensamiento.”
Cierre: cada participante comparte en una frase:
“Cuando observé mi mente, noté que…”
6. Círculo de compartir (20 min)
Cada participante comparte (máx 2 min):
- Qué historia personal se activó durante el ejercicio.
- Qué sintió al observar su mente sin intervenir.
El facilitador sostiene silencio y escucha plena, sin interpretar.
7. Tarea entre sesiones
- Diario de fragmentación: cada noche, una línea sobre algo que tu mente quiso controlar o defender.
- Lectura sugerida: “La expansión de la conciencia: cuando el alma y el cerebro despiertan.”
Práctica diaria: tres pausas de observación durante el día.
“Esto también es un pensamiento.”
8. Reflexión final
- ¿Qué historias mentales defiendo para no sentirme vacío?
- ¿Qué parte de mí teme desaparecer si dejo de pensar?
- ¿Puedo amar la confusión como señal de transformación?
9. Cierre sapiencial
“El ego no muere; simplemente deja de ser el centro.
Y en ese descentramiento, la conciencia comienza a respirar.”